NOVIEMBRE 2018
LA HERMANA LUNA, de Lucinda Riley
Cuando Tiggy D'Aplièse acepta trabajar en una de las
zonas más recónditas de Escocia, en concreto en la enorme finca
Kinnaird, nada le hace sospechar que el misterioso terrateniente,
Charlie Kinnaird, está a punto de alterar su futuro e, irónicamente,
revelarle su pasado. En su nuevo hogar Tiggy descubrirá que tiene un
don, el sexto sentido, una herencia de sus antepasados gitanos.
Lucía Amaya-Albaycín nació en 1912 en el barrio del Sacromonte, frente a la Alhambra, y la apodaronLa Candela.
En su destino está escrito convertirse en una de las grandes
bailarinas de la historia, y por eso su padre se la lleva a los bares
de flamenco de Barcelona con solo diez años. Al estallar la Guerra
Civil, Lucía y su grupo de bailaores se ven obligados a buscar refugio
en Nueva York. Pero para ver cumplido su sueño Lucía tendrá que elegir
entre la pasión por el baile o el hombre al que ama...
Relatos para soñar despierto y sanar el alma dormida.
«Me encantan los relatos, las historias pequeñas de tres a ocho páginas, que te hacen pensar, reír, llorar o emocionarte. Un buen relato puede alegrarte un mal día porque las historias pequeñas en ocasiones resumen un gran sentimiento que reside en nuestro interior y que se convierte en nuestra mejor medicina.
»Me encantaría que estos relatos fueran terapéuticos y os ayudaran con alguna emoción estancada. Desearía que os sintierais acompañados, cuidados y queridos en cada página. Todos los personajes pertenecen a mi mundo. Son personas amarillas. [...]
»Estas historias no dejan de ser casi como películas, es por ello que antes de cada relato encontraréis unos bellos e increíbles pósters sobre cómo podría ser el cartel de ese film.»
Albert Espinosa
«Me encantan los relatos, las historias pequeñas de tres a ocho páginas, que te hacen pensar, reír, llorar o emocionarte. Un buen relato puede alegrarte un mal día porque las historias pequeñas en ocasiones resumen un gran sentimiento que reside en nuestro interior y que se convierte en nuestra mejor medicina.
»Me encantaría que estos relatos fueran terapéuticos y os ayudaran con alguna emoción estancada. Desearía que os sintierais acompañados, cuidados y queridos en cada página. Todos los personajes pertenecen a mi mundo. Son personas amarillas. [...]
»Estas historias no dejan de ser casi como películas, es por ello que antes de cada relato encontraréis unos bellos e increíbles pósters sobre cómo podría ser el cartel de ese film.»
Albert Espinosa