NOVIEMBRE 2016
EL DIA QUE EL CIELO SE CAIGA, de Megan Maxwell
Alba y Nacho se conocen desde que eran niños. La conexión entre ellos es
muy especial y aumenta con el paso de los años, hasta que ella se casa
y, obligada por su marido, se distancia de él. Nacho se marcha a
Londres. Allí encontrará al amor de su vida, a quien luego perderá a
causa de una desconocida enfermedad. Alba, que no sabe lo mal que lo
está pasando su amigo, acude a él tras su fracaso matrimonial. Su
reencuentro crea una unión irrompible, pero al cabo de poco tiempo ella
descubre que Nacho también está enfermo. En su afán por ayudarlo a
luchar contra lo que parece inevitable, Alba conocerá a Víctor. Y lo que
en un principio no son más que encuentros fortuitos, se acaba
convirtiendo en un amor incondicional que le permitirá superar sus
miedos e inseguridades. Esta novela hará que te cuestiones varias cosas:
¿por qué el destino es capaz de hacernos encontrar a nuestra media
naranja en el peor momento de nuestra vida? ¿Por qué siempre decimos que
se mueren los buenos y los malos se quedan aquí para fastidiarnos? Si
quieres conocer el desenlace de esta tierna, emotiva y dura historia de
amor y amistad, no te pierdas El día que el cielo se caiga.
LA LINEA INVISIBLE DEL HORIZONTE, de Joaquin Berges
Huyendo de algo que no quiere confesar, Javier viaja en coche rumbo a
las montañas cuando de pronto choca contra un jabalí que le destroza el
frontal del vehículo. El accidente le obliga a quedarse varios días en
Sinia, un pueblo levantado junto a un pantano en el Pirineo aragonés.
Sin esperárselo, los vecinos le implicarán en un torneo de cartas y le
brindarán su ayuda, especialmente Marina, una mujer enérgica y
atractiva, que le ofrece alojamiento en su casa. Javier no tarda en
descubrir que, como otros en el lugar, arrastra una historia secreta
como el pueblo antiguo sumergido bajo las aguas. Los nueve días en las
montañas, entre personajes que han rehecho sus vidas, servirán para que
Javier se enfrente a sus propios miedos y comprenda los de los demás.
LOS AMORES PERDIDOS, de Miguel de Leon
Los amores perdidoses la historia de los jóvenes Arturo Quíner
y Alejandra Minéo, de su relación imposible y de lo que tuvieron que
sacrificar por ella. Y de dos familias, los Quíner y los Bernal,
enemigas eternas. Y es también la historia de un pueblo canario, El
Terrero, de héroes anónimos y caciques ambiciosos, donde las pasiones
son arrebatadas, los secretos se desvelan entre susurros y las venganzas
se cobran con sangre.
Los amores perdidoses el poderío de
Dolores Bernal, la matriarca despótica que controla el pueblo con mano
de hierro; la bondad de Alfonso Santos, el honorable y firme médico que
conoce el punto débil de todos sus vecinos; el valor de Rita Cortés,
la chica rebelde y excesiva, que huye a la Península para encontrar
algo muy diferente a lo que esperaba; o la tenacidad de Ismael Quíner,
el noble enamorado que lo ofrecerá todo por la supervivencia de su
estirpe.
DONDE LOS ESCORPIONES, de Lorenzo Silva
Madrid, julio de 2014. Pasados los cincuenta, y ya con
más pasado que futuro, el subteniente Bevilacqua, veterano investigador
de homicidios de la unidad central de la Guardia Civil, recibe una
llamada del responsable de operaciones internacionales. Se reclama
su presencia inmediata a 6.000 kilómetros de allí, en la base española
de Herat, en Afganistán.
Un militar español destinado en la base ha aparecido degollado, y, junto a él, el arma del delito: una hoz plegable de las usadas por los afganos para cortar la amapola de la que se extrae la droga que representa la principal fuente de riqueza del país.
¿Se trata del atentado de un talibán infiltrado? Podría ser, pero también que la muerte tuviera otro origen, porque el ataque no reviste la forma clásica de esa clase de acciones, sino que hace pensar en algún motivo personal.
La misión de Bevilacqua y los suyos no es otra que tratar de desenmascarar a un asesino que forzosamente ha de ser un habitante de ese espacio cerrado. Sus pesquisas, bajo el tórrido y polvoriento verano afgano, les llevarán a conocer a peculiares personajes y a adentrarse en la biografía del muerto, un veterano de misiones bélicas en el exterior que guarda más de un cadáver en el armario, para llegar a un desenlace inesperado y desconcertante.
MAR ABIERTA, de Maria Gudin
Un militar español destinado en la base ha aparecido degollado, y, junto a él, el arma del delito: una hoz plegable de las usadas por los afganos para cortar la amapola de la que se extrae la droga que representa la principal fuente de riqueza del país.
¿Se trata del atentado de un talibán infiltrado? Podría ser, pero también que la muerte tuviera otro origen, porque el ataque no reviste la forma clásica de esa clase de acciones, sino que hace pensar en algún motivo personal.
La misión de Bevilacqua y los suyos no es otra que tratar de desenmascarar a un asesino que forzosamente ha de ser un habitante de ese espacio cerrado. Sus pesquisas, bajo el tórrido y polvoriento verano afgano, les llevarán a conocer a peculiares personajes y a adentrarse en la biografía del muerto, un veterano de misiones bélicas en el exterior que guarda más de un cadáver en el armario, para llegar a un desenlace inesperado y desconcertante.
MAR ABIERTA, de Maria Gudin
Un sol cegador entra a raudales cuando la esclava y
curandera Josefina descorre con energía los cortinones. Fuera, en ese
luminoso abril de 1655, la ciudad colonial de Santo Domingo rebosa un
bullicio y una alegría que no se respiran en la habitación en penumbra
donde se refugian Catalina de Montemayor y Oquendo.
Pero ¿qué sabrá la criada de esta joven que vive en silencio, sumida en sus recuerdos, desde que llegó a la isla de La Española? ¿Qué historia guarda para sí?
Una historia que arrancó en Sevilla, en 1638, cuando Catalina, entonces una niña, y su madre Isabel de Oquendo se embarcaron en un galeón para reunirse en el Nuevo Mundo con un padre y un esposo al que no veían desde hacía años. Por un golpe del destino terminaron en Londres, retenidas a la fuerza. Una historia que prosiguió en Oak Park, la Casa del Roble, propiedad de los Leigh, donde Catalina fue acogida como una más y encontró al mejor compañero de juegos posible: Piers, el hijo menor de la familia.
Juntos habían buscado a los fantasmas que, se decía, recorrían la mansión las noches de luna llena. Juntos se habían escapado a la cercana ensenada, desde la que se divisaba una mar abierta, indomable, por la que soñaban navegar algún día. Y juntos habían crecido, hasta que una guerra fratricida los separó.
Pero ¿qué sabrá la criada de esta joven que vive en silencio, sumida en sus recuerdos, desde que llegó a la isla de La Española? ¿Qué historia guarda para sí?
Una historia que arrancó en Sevilla, en 1638, cuando Catalina, entonces una niña, y su madre Isabel de Oquendo se embarcaron en un galeón para reunirse en el Nuevo Mundo con un padre y un esposo al que no veían desde hacía años. Por un golpe del destino terminaron en Londres, retenidas a la fuerza. Una historia que prosiguió en Oak Park, la Casa del Roble, propiedad de los Leigh, donde Catalina fue acogida como una más y encontró al mejor compañero de juegos posible: Piers, el hijo menor de la familia.
Juntos habían buscado a los fantasmas que, se decía, recorrían la mansión las noches de luna llena. Juntos se habían escapado a la cercana ensenada, desde la que se divisaba una mar abierta, indomable, por la que soñaban navegar algún día. Y juntos habían crecido, hasta que una guerra fratricida los separó.